Nick Pope: “El peligro de la tecnología es la causa de que se mantenga en secreto el contacto con extraterrestres”

Nick Pope

Nick Pope, durante la presentación del Congreso Mundial de Ufología en el Hotel Hesperia Tower de Barcelona. H. M. G.

Cuando alguien levanta su voz al cielo y asegura haber estado en contacto con seres de otros planetas, el mundo de la ciencia levanta la mano, pide la palabra y formula una sencilla pregunta: ¿tienes pruebas de ello? “Es complicado, los seres tienen campos magnéticos e impiden cualquier tipo de fotografia, tan solo se les puede pintar”, asegura uno de los asistentes al Congreso Mundial de Ufología que este fin de semana celebra su tercera edición en Barcelona. 

Al evento acuden personas de diferente pelaje, desde periodistas que han dedicado toda su vida a la investigación del misterio como Enrique de Vicente o el mexicano Jaime Maussan -ganador de un premio Ondas- pasando por científicos de prestigio en la física teórica como el estadounidense Michio Kaku, diversos conferenciantes que aseguran haber contactado con aliens, exmilitares con testimonios de primera mano sobre avistamientos e incluso un exalto cargo del ministerio de Defensa británico como Nick Pope que se ha convertido en una celebridad televisiva por sus revelaciones sobre los papeles secretos del Gobierno de su país.

“En el siglo XXI la gente está preparada para conocer que ya se han producido contactos”, asegura este autor y periodista británico durante la presentación del evento que arranca este viernes. “El motivo de que esta información siga ocultándose a la gente y mantenida en secreto es que se descubra la tecnología que utilizan los extraterrestres y que estos avances tecnológicos puedan ser utilizados como un arma por parte de países enemigos o grupos terroristas”.

Pope trabajó durante 21 años para el gobierno británico. Al comienzo de su carrera para Defensa fue asignado al Centro de Operaciones Conjunta de la Guerra del Golfo Pérsico y su última aportación en aquel ministerio fue como Director Adjunto en el área de seguridad: su trabajo allí era investigar el fenómeno ovni y los avistamientos que reportaban pilotos, oficiales de policía y personal militar.

En 2006 abandonó el ministerio de defensa con mucha información en la mochila. Y se dedicó a divulgar lo que conocía. Muchos avistamientos podían explicarse de forma racional, pero otros, dice, desafiaban cualquier explicaciones convencional. El miedo a lo deconocido, a lo extraño, está muy impregnado en nuestro cerebro y está muy ligado a la evolución de la humanidad. Por eso es normal que rechacemos cualquier idea que rompa nuestros planteamientos previos”, explica. 

Una obra en lienzo expuesta en el Congreso de Ufología de Barcelona

Una obra en lienzo expuesta en el Congreso de Ufología de Barcelona (H. M. G.)

Este miedo a lo desconocido es, según el militar italiano Roberto Pinotti, otro de los motivos por los que aún no se ha producido un contacto franco y abierto con otras civilizaciones. “Están esperando a que maduremos como sociedad”, subraya este exoficial de brigada en el ejército italiano sobre el hecho de que, hata la fecha, ninguna civilización extraterrestre se haya decidido a darse a conocer. “De momento tienen miedo a que los Gobiernos no sean capaces de controlar la situación”.

“¡Muchos ya hemos tenido ese contacto!”, le interpela el boliviano Antonio Portugal, un investigador de culturas precolombinas que, según asegura, ha contactado “personalmente” con extraterrestres y estos le han encomendado la misión de divulgarlo. “Se darán a conocer muy pronto, pero existe gente destructiva en el mundo y tienen miedo de que les ataquemos”.

“En todos los países crece el número de personas que cree en civilizaciones cósmicas”, abunda James Hurtak, otro de los invitado al evento barcelonés, maestro en teología, arqueólogo, director de la Asociación de Investigación de la Gran Pirámide de Giza y autor de más de 20 libros sobre ciencia social y futurista. “Cada vez hay más personas que creen estas civilizaciones o en la teoría de los antiguos astronautas. El rechazo a estas idea está quedando atrás”.

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